martes, 5 de junio de 2012

El desarrollo humano y sus etapas



La Etapa Pre-natal

La etapa pre-natal se desarrolla en el vientre materno, desde la concepción del nuevo ser hasta su nacimiento.
Tiene tres períodos:
-         Periodo Zigótico: se inicia en el momento de la concepción, cuando el espermatozoide fecunda al óvulo y se forma el huevo o zigoto, el cual empieza a dividirse y subdividirse en células y aumenta de tamaño hasta formar el embrión que al final de la segunda semana se establece en el  útero.
-         Periodo Embrionario: Dura 6 semanas, el embrión se divide en 3 capas que se van diferenciando hasta formar el esbozo de los diversos sistemas y aparatos del cuerpo.
-         Periodo Fetal: es cuando el feto ya tiene forma humana, que después de haberse desarrollado aceleradamente durante 7 meses abandona el vientre materno en el acto del nacimiento.
Hoy en día se da mucha importancia a esta etapa porque se ha comprobado que  antes de su nacimiento hay formas de sensación y actividad. Percibe la alegría,  la contrariedad, el fastidio, las angustias y satisfacciones de la madre. Se está gestando ya el futuro de su personalidad. Todo lo que sucede fuera y dentro de su fuente vital deja huella en su ser.

                                                         
Etapa Pre-natal
La Infancia
Es la etapa comprendida entre el nacimiento y los seis o siete años.

1.     Desarrollo físico y motor: El neonato pesa normalmente entre 2.5 a 3 Kg y tiene una estatura promedio de 0.50 m. Tiene una cabeza desproporcionada en relación con su cuerpo y duerme la mayor parte del tiempo. Pero no es un ser completamente pasivo ya que gradualmente va reaccionando a la variedad e intensidad de los estímulos de su nuevo ambiente.

En el desarrollo físico aparecen los primeros actos reflejos:
-         Succión del pecho materno
-         Contracción pupilar.
-         Reacción ante sonidos fuertes y ante diversos sabores.
-         Realiza movimientos espontáneos e indiferenciados:
-         Agita y retuerce su cuerpo
-         Mueve los brazos y piernas (pedalea)
-         Reacciones emocionales indiscriminadas de agitación y excitación que acompañan a los movimientos espontáneos y que se producen ante estímulos agradables o desagradables.

En el desarrollo motor observamos lo siguiente:
       -   15 semanas: Puede coger un objeto perfectamente.
       -   25 semanas: Se sienta solo.
       -   45 semanas: Gatea
       -   15 meses: Ya camina solo.
       -   2 años: Sube las escaleras solo.
       -   3 años: Corre de una manera más uniforme, puede lavarse y secarse las manos solo,    alimentarse con una cuchara sin ensuciar demasiado, ir al baño, responder a instrucciones.

2.     Desarrollo cognoscitivo:   el infante, hasta los 6 o 7 años, pasa por los siguientes periodos de desarrollo de la inteligencia:                                                                                                             a)     Periodo de inteligencia senso – motora:
El infante se interesa en ejercitar sus órganos  sensoriales, sus movimientos y su lenguaje que le van permitiendo el ir afrontando determinados problemas.  Así, entre los 5 y 9 meses, el bebé moverá su sonaja para escuchar el ruido.
b)  Periodo de la inteligencia concreta:
** Fase del pensamiento simbólico (2 – 4 años): Aquí el niño lleva a cabo sus primeros tentativos relativamente desorganizados e inciertos de tomar contacto con el mundo nuevo y  desconocido de los símbolos. Comienza la adquisición sistemática del lenguaje gracias a la aparición de una función simbólica que se manifiesta también en los juegos imaginativos. Por  ejemplo, el niño que le regalaron una pelota grande y de colores que está colocada como un adorno. Sus hermanos salen a jugar (sin llevar la pelota de siempre, sucia y pequeña) y le dicen al niño que traiga la pelota; él llevará la que está de adorno porque para él no hay más pelota que la que le regalaron.
 **Fase del pensamiento intuitivo (4 – 7 años): Se basa en los datos perceptivos. Así dos vasos llenos de la misma cantidad de bolitas, el niño dirá que hay más en el vaso largo. En este periodo el desarrollo del niño va consiguiendo estabilidad poco a poco, esto lo consigue creando una estructura llamada agrupación. El niño comienza a razonar y a realizar operaciones lógicas de modo concreto y sobre cosas manipulables. Encuentra caminos diversos para llegar al mismo punto (sabe armar rompecabezas).
En la infancia se produce el egocentrismo, es decir, todo gira entorno al "yo" del infante y es incapaz de distinguir entre su propio punto de vista y el de los demás. También en este periodo predomina el juego y la fantasía, por lo que el infante gusta de cuentos, fábulas y leyendas.

La Infancia
La Niñez
Se sitúa entre los 6 y 12 años. Corresponde al ingreso del niño a la escuela, acontecimiento que significa la convivencia con seres de su misma edad. Se denomina también "periodo de la latencia", porque está caracterizada por una especie de reposo de los impulsos institucionales para concentrarnos en la conquista de la socialidad.
Las socialidad que comienza a desarrollar es "egocéntrica": "Todo sale de mí y vuelve a mí", "Te doy para que me des". Sus mejores amigos son los que le hacen jugar, le invitan al cine o un helado".
El niño, al entrar en la escuela da pie al desarrollo de sus funciones cognoscitivas, afectivas y sociales.
1.   Funciones Cognoscitivas: El niño desarrolla la percepción, ,razonamiento, etc.
2.  Funciones Afectivas: En cuanto que el niño sale del ambiente familiar donde es el centro del cariño de todos para ir a otro ambiente donde es un número en la masa; donde aprende y desarrolla el sentimiento del deber, respeto al derecho ajeno amor propio, estima de sí, etc.
3.  Función Social: La escuela contribuye a extender las relaciones sociales que son más incidentes sobre la personalidad.
  Características principales en esta etapa social:
o    Aprende a no exteriorizar todo, aflora, entonces, la interioridad.
o    Son tremendamente imitativos, de aquí que necesiten el buen ejemplo de sus padres.
o    El niño se vuelve más objetivo y es capaz de ver la realidad tal como es.
o    Suma, resta, multiplica y divide cosas, no números.
o    Adquiere un comportamiento más firme sobre sus realidades emocionales.

La Niñez
La Adolescencia
Es la etapa en que el individuo deja de ser un niño, pero sin haber alcanzado aún la madurez del adulto. Sin embargo, es un tránsito complicado y difícil que normalmente debe superar para llegar a la edad adulta. Se considera que la adolescencia se inicia aproximadamente a los 12 años promedio, en las mujeres y a los 13 años en los varones. Este es el momento en que aparece el periodo de la pubertad, que cambia al individuo con respecto a lo que hasta entonces era su niñez.
En la adolescencia se distinguen dos etapas: la pre-adolescencia y la adolescencia propiamente dicha.
o    Desarrollo físico:
Se produce una intensa actividad hormonal. Se inicia a los 11 o 12 años en las mujeres y a los 13 o 14 años en los varones. En las mujeres aparece la primera menstruación y en los varones la primera eyaculación; pero en ambos todavía sin aptitud para la procreación. En ambos sexos aparece el vello púbico. Se da también un rápido aumento de estatura, incremento en el peso, aparición de caracteres sexuales secundarios; en las mujeres: senos, caderas, etc. En los varones: Mayor desarrollo muscular, fuerza física, aumenta el ancho de la espalda, cambio de voz, pilosidad en el rostro, etc.
o    Desarrollo cognoscitivo:
No confunde lo real con lo imaginario y por tanto puede imaginar lo que podría ser.
Usa con mayor facilidad los procedimientos lógicos: análisis, síntesis
Descubre el juego del pensamiento.
Desarrollo su espíritu crítico.
Discute para probar su capacidad y la seguridad del adulto.
En ocasiones es fantasioso, pero con poca frecuencia. Hay una proyección de sí en el porvenir; pero también a veces evade lo real.
o    Desarrollo tendencial:
Tiene necesidad de seguridad pero a la vez una necesidad de independencia de sus padres. Esto hace que despierte la necesidad de libertad, de ser independiente y libre; para ello emplea la desobediencia como una necesidad.
o    Desarrollo afectivo:
Gran intensidad de emociones y sentimientos.
Hay desproporción entre el sentimiento y su expresión.
Las manifestaciones externas son poco controladas y se traducen en tics nerviosos, muecas, refunfuños, gestos bruscos, gritos extemporáneos.
Pasa con facilidad de la agresividad a la timidez.
o    Desarrollo social:
Creciente emancipación de los padres.
Busca la independencia pero a la vez busca protección en ellos.
Se da mutua falta de comprensión (con sus padres)
Tiene necesidad de valorarse, de afirmarse, de afiliación y de sentirse aceptado y reconocido por los de su entorno.
Su principal interés son las diversiones, el deporte, etc.
o    Desarrollo sexual:
Tendencia a la separación entre chicos y chicas.
Gran curiosidad por todo lo relacionado con la sexualidad
o    Desarrollo religioso:
El desarrollo religioso puede ser problemático cuando:
Los padres no dan testimonio, usan la religión como disciplina y no son estables.
Cuando el muchacho encuentra serias dificultades en el ramo de la sexualidad.
Cuando la religión, en el ambiente social, es considerado como "cosa de mujeres", "pueril".
Cuando la catequesis recibida en la infancia ha sido formalista y separada de la vida. De lo contrario el desarrollo religioso es satisfactorio.

La adolescencia 
La  Juventud
Es la etapa comprendida aproximadamente de los 18 a los 25 años. Es la etapa en la que el individuo se encuentra más tranquilo con respecto a lo que fue su adolescencia, aunque todavía no ha llegado al equilibrio de la adultez. El joven es capaz de orientar su vida y de ir llegando a la progresiva integración de todos los aspectos de su personalidad.
o   En el campo del conocimiento: El joven es más reflexivo y más analítico. Es la mejor época para el aprendizaje intelectual, porque el pensamiento ha logrado frenar cada vez más los excesos de la fantasía y es capaz de dirigirse más objetivamente a la realidad. Tiene ideas e iniciativas propias, pero no deja de ser un idealista; sus ideales comienzan a clarificarse. De ahí nace el deseo de comprometerse.

o   En el aspecto moral: Los valores empiezan a tener jerarquía en la que predomina la justicia y es capaz de distinguir lo prioritario y lo urgente. Rechaza la imposición, no con agresividad sino con una sana rebeldía. Asume una conciencia propia de sus actos y les da el valor moral que les corresponde.
Su desarrollo puede desembocar en la autonomía y entonces sabrá integrar a sus convicciones personales los valores presentados por la sociedad, la religión, el grupo y el ambiente de trabajo o de estudio.
Pero también puede desembocar en la dependencia, entonces será arrastrado por lo que los otros, será como un barco sin anclas en el que las olas le harán bailar hasta que la primera tempestad le haga naufragar.
Nace en el joven el concepto de bien y de mal.

o   En el ámbito vocacional: Es el momento en el que el joven se orienta hacia una profesión, hacia el mundo del trabajo, todo se concretiza en el PROYECTO DE LA EXISTENCIA. Ese proyecto es el conjunto de valores en el que el joven crece, le da una orientación a la propia vida y lo orienta dinámicamente hacia el futuro.
Puede el joven desviarse escogiendo un proyecto consumístico, egocéntrico; un proyecto válido ha de tener en cuenta el hecho fundamental de la existencia, las convicciones religiosas, el compromiso…
Todo esto supone una opción inteligente y libre. En esa medida será una opción que responda al hecho fundamental de la existencia: "ser para el otro" será una opción de amor.

o   En la vida afectiva y sexual: Mirando hacia atrás, un joven se ríe de sus fracasos sentimentales, porque empieza a descubrir lo que es realmente el amor. El joven varón, luego de sentirse atraído por el físico de las chicas y por las chicas que llenaban determinadas cualidades, ahora necesita amar a una sola persona con quien proyectar posteriormente una comunidad de vida.
La joven deja de soñar en su príncipe azul, para aceptar un muchacho como es, e iniciar un diálogo de amor auténtico.
El amor ya no es para él o para ella un simple pasatiempo, una necesidad social, un escape, una compensación, sino un compromiso serio y respetuoso con la persona a quien ama. Todo esto implica que el joven es ya dueño de sí, controla sus impulsos y así se desempeña oportunamente.

o   Su socialización: Frente a los demás, el joven actúa responsablemente, es decir, haciendo uso de su libertad es capaz de responder de cada uno de sus actos, de tener conciencia de lo que dice y hace en orden a la realización del proyecto de vida. Esto significa que el joven:
-  Asume la vida como tarea
-  Es consciente de su solidaridad con los demás
-  Está convencido que su vida es para los demás
-  Está abierto a nuevas responsabilidades
El joven va concluyendo la emancipación de la familia mientras que se abre cada vez más a múltiples relaciones sociales. Descubre las ideologías y se orienta por un ideario político, pero también entra en conflicto ante diversas pretensiones totalizantes que lo llevan a relativizar todo (para él vale tanto Julio César, como Mao, Jesucristo o Mahoma). Otro peligro es caer en la politiquería.

o   Desarrollo religioso del joven: En el joven se verifican profundas transformaciones en el pensamiento religioso. Así, el joven fundamenta críticamente la religión con mayor base motivacional, pero también puede acentuar su crítica sobre determinadas formas institucionales que se oponen al ideal de un pueblo de Dios en marcha.
Para algunos jóvenes la visión religiosa del hombre y del mundo puede servir de soporte a la autonomía moral. A las antiguas motivaciones de origen parental (es malo porque está prohibido por los padres) o de rigen social (es malo porque está prohibido por el grupo o la sociedad) se sustituye la mueva motivación racional y religiosa (es malo porque está contra el orden establecido por Dios para la realización del hombre).

La Juventud

 La adultez
Entre los 25 a los 60 años aprox, aunque como es sabido, su comienzo y su término dependen de muchos factores personales y ambientales.
En esta etapa de la vida el individuo normalmente alcanza la plenitud de su desarrollo biológico y psíquico. Su personalidad y su carácter se presentan relativamente firmes y seguros, con todas las diferencias individuales que pueden darse en la realidad.
El adulto maduro se distingue por las siguientes características:
o    Controla adecuadamente su vida emocional, lo que le permite afrontar los problemas con mayor serenidad y seguridad que en las etapas anteriores.
o    Se adapta por completo a la vida social y cultural. Forma su propia familia. Ejerce plenamente su actividad profesional, cívica y cultural. Es la etapa de mayor rendimiento en la actividad.
o    Es capaz de reconocer y valorar sus propias posibilidades y limitaciones. Esto lo hace sentirse con capacidad para realizar unas cosas e incapaz para otras. Condición básica para una conducta eficaz.
o    Normalmente tiene una percepción correcta de la realidad (objetividad), lo cual lo capacita para comportarse con mayor eficacia y sentido de responsabilidad.
El adulto inmaduro presenta características completamente opuestas:
o    Es contradictorio en su comportamiento (incoherente) y no controla sus reacciones emocionales.
o    No percibe la realidad tal como ésta es (falta de objetividad).
o    Menos consciente, responsable y tolerante (falla en el trabajo)
o    No se adapta adecuadamente a la vida social (inadaptado)
La Adultez

La ancianidad
Etapa final de la vida,  tercera edad, se inicia aprox. a los 60 años. Se caracteriza por una creciente disminución de las fuerzas físicas, lo que, a su vez, ocasiona en la mayoría una sensible y progresiva baja de las cualidades de su actividad mental.
La declinación biológica se manifiesta por una creciente disminución de las capacidades sensoriales y motrices y de la fuerza física; las crecientes dificultades circulatorias, ocasionadas por el endurecimiento de las arterias; y en general, el progresivo deterioro del funcionamiento de los diversos órganos internos.
El anciano va perdiendo el interés por las cosas de la vida, y viviendo cada vez más en función del pasado, el mismo que evoca constantemente, ya que el presente y el futuro le ofrecen pocas perspectivas. Por eso es predominantemente conservador y opuesto a los cambios, pues así se siente seguro.
Como consecuencia de la declinación biológica, y por factores ambientales, también se van deteriorando las funciones intelectuales (inteligencia, memoria, pensamiento, etc.). Pero este deterioro es muy distinto en las diversas personas, dándose el caso de ancianos de avanzada edad que se conservan en excelente forma.
Los rasgos de la personalidad y del carácter se van modificando. Los ancianos que han tenido una adultez inmadura no saben adaptarse con facilidad a sus nuevas condi-ciones de vida. Manifiestan una marcada tendencia a la desconfianza, el egoísmo, la crítica aguda  y reaccionan agriamente contra sus familiares y el ambiente social.
En cambio, otros ancianos, que fueron adultos maduros, se adaptan mejor a su nueva situación y muchos hasta parecen exagerar el optimismo, buen humor y generosidad. Esto se deba a que, en el fondo, en la vejez se acentúan los rasgos que distinguieron el carácter en la adultez, por lo mismo que el individuo ya no es capaz de ejercer un completo control y dominio de sus manifestaciones psicológicas.
En los individuos especialmente dotados, la ancianidad es una etapa de gran comprensión, equilibrio y productividad. Tal es el caso de personalidades ilustres que siguieron contribuyendo activamente a la vida social y cultural de su época cuando ya la mayor parte de sus coetáneos descansaban en sus cuarteles de invierno.
La Ancianidad

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