Una enfermedad infecciosa puede ser la manifestación
clínica consecuente a una infección provocada por un microorganismo como bacterias, hongos, virus
y, a veces, protozoos. En el caso de agentes biológicos patógenos de
tamaño macroscópico, como los gusanos, no se habla de infección sino
de infestación.
Ingresan al organismo humano por diferentes puertas de
entradas, donde se multiplican, diseminan y causan enfermedad. De allí, salen
al medio ambiente para contaminar a personas sanas a través de diferentes rutas
de transmisión: la respiratoria, la cutánea y la mucosa.
Transmisibilidad
Las enfermedades infecciosas
se dividen en transmisibles y no transmisibles.
Las
enfermedades infecciosas transmisibles se pueden propagar directamente desde el
individuo infectado, a través de la piel o membranas mucosas o, indirectamente,
cuando la persona infectada contamina el aire por medio de su respiración, un
objeto inanimado o un alimento. Como puede ser la gripe.
En las
enfermedades infecciosas no transmisibles el microorganismo no se contagia de
un individuo a otro, sino que requiere unas circunstancias especiales, sean
medioambientales, accidentales, etc., para su transmisión. En estos casos, las
personas infectadas no transmiten la enfermedad.
Existen cuatro tipos principales de gérmenes:
Virus: cápsulas que contienen material genético y usan
sus propias células para multiplicarse
Hongos: plantas silvestres, como las setas o el moho
Protozoarios: animales unicelulares que aprovechan a otros seres vivos
como alimento y como un lugar donde vivir
Características generales de las enfermedades infecciosas
Se
caracterizan por la aparición de distintos síntomas entre los que podemos
mencionar la fiebre, malestar general y decaimiento, toda enfermedad infecciosa
pasa por 3 etapas:
Periodo de
incubación. Tiempo comprendido entre la entrada del agente hasta la aparición
de sus primeros síntomas. Aquí el patógeno se puede multiplicar y repartirse por
sus zonas de ataque. Varía el tiempo dependiendo de la enfermedad.
Periodo de
desarrollo. Aparecen los síntomas característicos.
Convalecencia.
Se vence a la enfermedad y el organismo se recupera.
*Extra:
Las infecciones son
las causantes de la mayoría de las fiebres.
La fiebre es una temperatura
del cuerpo más elevada de lo normal. No es una enfermedad. Es parte de las
defensas de su organismo contra las infecciones. La mayoría de las bacterias y
los virus que causan infecciones sobreviven bien a la temperatura normal del
cuerpo (98.6 ºF o 37ºC). Una fiebre leve puede hacer más difícil su
supervivencia. La fiebre también activa el sistema inmunológico de su cuerpo.
Descripción de algunas
enfermedades infecciosas:
Neumonía: es una enfermedad del sistema respiratorio
que consiste en la inflamación de los espacios alveolares de los pulmones.
Puede ser altamente contagiosa, ya que el virus se disemina
rápidamente en el aire, por medio de estornudos, tos y mucosidad
Tétano. Esta enfermedad ataca a las personas de todas las edades; se trasmite
por bacterias que entran a la piel por heridas o cortadas. Después de algunos
días el enfermo experimenta rigidez en la mandíbula, hasta que ya no puede
moverla y, por tanto, no puede masticar.
Tuberculosis. Es provocada por el bacilo de koch. Se trasmite por
medio de la saliva de personas o por objetos personales de las mismas.
Sarampión. Su contagio se acentúa en los meses fríos. Esta enfermedad es causada
por un virus a través de las secreciones nasales y la saliva.
Tifoidea y paratifoidea. Son enfermedades que se acentúan durante los meses
de mayor calor, atacan a muchas personas, sobre todo a los niños.
Poliomielitis. Es una enfermedad producida por virus y ataca a los
niños entre tres y cinco años provocando la par lisis infantil. Cabe mencionar
que también ha existido caso de contagio en adultos.
Viruela. Se trasmite por un virus a través de la saliva o por contacto con
objetos de una persona enferma. Los síntomas se presentan diez días después del
contagio; comienzan por dolores muy fuertes de cabeza, vomito, y fiebre hasta
de 40 grados.
Difteria. Se contagia por vías respiratorias o digestivas, por contacto con una
persona enferma u objetos contaminados por ella. Inicia con una molestia en la
garganta, vomito, dolor de cabeza y fiebre ligera; en las anginas (amígdalas)
se forman unas placas de color blanquecino y las toxinas que despide pueden
dañar órganos importantes.
Tifo. Es una enfermedad causada por la bacteria rickettsia; su trasmisión se
efectúa por un vector, en este caso el piojo o la pulga de la rata; es muy
grave y está ampliamente distribuida, sobre todo en las zonas sin higiene comunitaria. Cuando la persona es picada por
el insecto vector, aparecen síntomas semejantes a los del catarro, fiebre muy
alta, de más de 40 o 41 grados, con vómitos, convulsiones y confusión mental.
Fiebre de malta. Se adquiere por ingerir leche cruda o derivados lácteos contaminados. Puede atacar al hombre o a los animales (vacas, cabras, y ovejas). Las bacterias son
conocidas como "brúcelas" y ocasiona fiebre ondulante, algunos días
la temperatura baja, ortos sube, y de ese modo se puede
mantener por años.
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