La
mayor preocupación para los responsables de la misión es completar con éxito
una compleja y más que arriesgada maniobra de aterrizaje que nunca se había
probado hasta ahora. Las dimensiones y el peso del Curiosity, en efecto, no
permiten que el "amartizaje" se lleve a cabo con las mismas técnicas
utilizadas en misiones anteriores.
Spirit
y Opportunity, los dos rover que precedieron al Curiosity, llegaron a Marte, a
principios de 2004, en el interior de dos grandes "airbags" que
fueron rebotando entre las rocas de la superficie hasta detenerse por completo.
Una técnica que en esta ocasión, debido al tamaño del rover, no puede
utilizarse.
Como
un auténtico (y carísimo) juguete transformable, la misión MSL tendrá que
cambiar hasta seis veces de configuración durante la última etapa de su viaje.
Y todo para conseguir pasar, en apenas siete minutos, de 21.000 km/h. a solo
2,7 km/h. Para ello utilizará hasta 76 dispositivos pirotécnicos, además de
cuerdas, ganchos, grúas y el mayor paracaídas supersónico jamás construido
hasta ahora.
La
nave tendrá que realizar toda la maniobra de aterrizaje por sus propios medios,
ya que Marte está demasiado lejos como para que los científicos la manejen por
control remoto. De hecho, la última orden humana que recibirá la MSL le llegará
dos horas antes del aterrizaje.
Nada
más entrar en la atmósfera de Marte, Curiosity enviará una señal a la Tierra,
pero ésta no llegará hasta el centro de control hasta 14 minutos más tarde.
Cuando lo haga, el vehículo ya llevará siete minutos sobre la polvorienta
superficie del Planeta Rojo, bien de una pieza o hecho pedazos... No en vano la
NASA ha bautizado este intervalo de tiempo como los "siete minutos de
terror".
Cargas
pirotécnicas
En
cuanto las ruedas toquen el suelo, una serie de cargas pirotécnicas liberarán
al rover de las cuerdas que lo sujetaban y un nuevo impulso de los cohetes
lanzará el cuerpo principal de la nave a 450 metros de distancia. Si todo sale
bien, el Curiosity se encontrará entonces sano y salvo sobre la superficie de
Marte, listo para comenzar su misión.
Durante
los siete minutos que dura el descenso, el Curiosity transmitirá datos a dos
satélites de la NASA en órbita alrededor de Marte (el Mars Odyssey y el Mars
Reconnaissance Orbiter), así como al satélite europeo Mars Express, que lleva
en órbita del Planeta Rojo desde 2003.
En
caída libre
Cuando
la velocidad se haya reducido a unos 1.600 km/h, una pequeña carga explosiva
liberará un enorme paracaídas capaz de soportar hasta 30.000 kilogramos de
peso. En ese momento, se desprenderá el pesado y ya inútil escudo térmico. Un
par de minutos más tarde la velocidad de descenso se habrá reducido a unos 320
km/h y también el paracaídas saldrá eyectado.
Durante
un breve instante, y aún a 1.500 metros del suelo, el Curiosity estará en caída
libre, pero ocho retrocohetes entrarán entonces en funcionamiento y volverán a
frenarlo, al mismo tiempo que le alejarán a unos 300 metros de distancia de los
restos del paracaídas, que podrían enredarse y dar al traste con la misión.
MISIÓN:
La misión, considerada como histórica, tiene cuatro objetivos principales: Estudiar el Cráter de Gale, situado cerca del ecuador marciano para buscar signos de la posible existencia de vida alguna vez -probablemente en la forma de microbios fósiles- y de pistas del pasado y presente de entornos habitables en el planeta rojo; realizar, durante dos años, medidas climatológicas continuas y a intervalos de una hora; realizar estudios geológicos de la superficie de Marte y, lo más importante, determinar con exactitud las condiciones de habitabilidad del planeta. O lo que es lo mismo, recabar todos los datos necesarios para el futuro establecimiento de colonias humanas.
La misión, considerada como histórica, tiene cuatro objetivos principales: Estudiar el Cráter de Gale, situado cerca del ecuador marciano para buscar signos de la posible existencia de vida alguna vez -probablemente en la forma de microbios fósiles- y de pistas del pasado y presente de entornos habitables en el planeta rojo; realizar, durante dos años, medidas climatológicas continuas y a intervalos de una hora; realizar estudios geológicos de la superficie de Marte y, lo más importante, determinar con exactitud las condiciones de habitabilidad del planeta. O lo que es lo mismo, recabar todos los datos necesarios para el futuro establecimiento de colonias humanas.
LANZAMIENTO:
La misión fue lanzada de Cabo Cañaveral, Florida (sureste de EEUU), el 26 de noviembre de 2011 dentro de un cohete Atlas V 541, en una operación conjunta de las compañías Boeing y Lockheed. El trayecto a Marte ha tomado 8,5 meses o 254 días.
VEHÍCULO ROBÓTICO:
El vehículo robótico o 'rover' del tamaño de un auto con seis ruedas, apodado Curiosity, pesa casi una tonelada (900 kilos) y costó 2.500 millones de dólares. El concepto surgió por primera vez en 2000 y fue desarrollado por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena (California, oeste).
HERRAMIENTAS:
Curiosity cuenta con diez instrumentos especiales con distintos fines de investigación, como una gran cámara en un mástil, un rayo láser capaz de destruir rocas y herramientas para analizarlas. Muchos de estos instrumentos escrutarán el entorno marciano para detectar, sobre todo, la existencia de moléculas de metano, un gas a menudo asociado a la presencia de vida en la Tierra y ya detectado en Marte por anteriores sondas.
LUGAR DE EXPLORACIÓN:
El Cráter Gale, de aproximadamente 150 km de ancho, que contiene una montaña de unos 5.000 metros de altura, el Monte de Sharp, que el robot de seis ruedas podra escalar parcialmente.
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