sábado, 18 de agosto de 2012

Mars Science Laboratory (MSL) Curiosity



La mayor preocupación para los responsables de la misión es completar con éxito una compleja y más que arriesgada maniobra de aterrizaje que nunca se había probado hasta ahora. Las dimensiones y el peso del Curiosity, en efecto, no permiten que el "amartizaje" se lleve a cabo con las mismas técnicas utilizadas en misiones anteriores.
Spirit y Opportunity, los dos rover que precedieron al Curiosity, llegaron a Marte, a principios de 2004, en el interior de dos grandes "airbags" que fueron rebotando entre las rocas de la superficie hasta detenerse por completo. Una técnica que en esta ocasión, debido al tamaño del rover, no puede utilizarse.
Como un auténtico (y carísimo) juguete transformable, la misión MSL tendrá que cambiar hasta seis veces de configuración durante la última etapa de su viaje. Y todo para conseguir pasar, en apenas siete minutos, de 21.000 km/h. a solo 2,7 km/h. Para ello utilizará hasta 76 dispositivos pirotécnicos, además de cuerdas, ganchos, grúas y el mayor paracaídas supersónico jamás construido hasta ahora.
La nave tendrá que realizar toda la maniobra de aterrizaje por sus propios medios, ya que Marte está demasiado lejos como para que los científicos la manejen por control remoto. De hecho, la última orden humana que recibirá la MSL le llegará dos horas antes del aterrizaje.
Nada más entrar en la atmósfera de Marte, Curiosity enviará una señal a la Tierra, pero ésta no llegará hasta el centro de control hasta 14 minutos más tarde. Cuando lo haga, el vehículo ya llevará siete minutos sobre la polvorienta superficie del Planeta Rojo, bien de una pieza o hecho pedazos... No en vano la NASA ha bautizado este intervalo de tiempo como los "siete minutos de terror".
Cargas pirotécnicas
En cuanto las ruedas toquen el suelo, una serie de cargas pirotécnicas liberarán al rover de las cuerdas que lo sujetaban y un nuevo impulso de los cohetes lanzará el cuerpo principal de la nave a 450 metros de distancia. Si todo sale bien, el Curiosity se encontrará entonces sano y salvo sobre la superficie de Marte, listo para comenzar su misión.
Durante los siete minutos que dura el descenso, el Curiosity transmitirá datos a dos satélites de la NASA en órbita alrededor de Marte (el Mars Odyssey y el Mars Reconnaissance Orbiter), así como al satélite europeo Mars Express, que lleva en órbita del Planeta Rojo desde 2003.  
En caída libre
Cuando la velocidad se haya reducido a unos 1.600 km/h, una pequeña carga explosiva liberará un enorme paracaídas capaz de soportar hasta 30.000 kilogramos de peso. En ese momento, se desprenderá el pesado y ya inútil escudo térmico. Un par de minutos más tarde la velocidad de descenso se habrá reducido a unos 320 km/h y también el paracaídas saldrá eyectado.
Durante un breve instante, y aún a 1.500 metros del suelo, el Curiosity estará en caída libre, pero ocho retrocohetes entrarán entonces en funcionamiento y volverán a frenarlo, al mismo tiempo que le alejarán a unos 300 metros de distancia de los restos del paracaídas, que podrían enredarse y dar al traste con la misión.
MISIÓN:

La misión, considerada como histórica, tiene cuatro objetivos principales:  Estudiar el Cráter de Gale, situado cerca del ecuador marciano para buscar signos de la posible existencia de vida alguna vez -probablemente en la forma de microbios fósiles- y de pistas del pasado y presente de entornos habitables en el planeta rojo; realizar, durante dos años, medidas climatológicas continuas y a intervalos de una hora; realizar estudios geológicos de la superficie de Marte y, lo más importante, determinar con exactitud las condiciones de habitabilidad del planeta. O lo que es lo mismo, recabar todos los datos necesarios para el futuro establecimiento de colonias humanas.

LANZAMIENTO:

La misión fue lanzada de Cabo Cañaveral, Florida (sureste de EEUU), el 26 de noviembre de 2011 dentro de un cohete Atlas V 541, en una operación conjunta de las compañías Boeing y Lockheed. El trayecto a Marte ha tomado 8,5 meses o 254 días.

VEHÍCULO ROBÓTICO:

El vehículo robótico o 'rover' del tamaño de un auto con seis ruedas, apodado Curiosity, pesa casi una tonelada (900 kilos) y costó 2.500 millones de dólares. El concepto surgió por primera vez en 2000 y fue desarrollado por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena (California, oeste).

HERRAMIENTAS:

Curiosity cuenta con diez instrumentos especiales con distintos fines de investigación, como una gran cámara en un mástil, un rayo láser capaz de destruir rocas y herramientas para analizarlas. Muchos de estos instrumentos escrutarán el entorno marciano para detectar, sobre todo, la existencia de moléculas de metano, un gas a menudo asociado a la presencia de vida en la Tierra y ya detectado en Marte por anteriores sondas.

LUGAR DE EXPLORACIÓN:

El Cráter Gale, de aproximadamente 150 km de ancho, que contiene una montaña de unos 5.000 metros de altura, el Monte de Sharp, que el robot de seis ruedas podra escalar parcialmente.

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